Criminalización de las semillas ancestrales en Colombia

CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS
24a periodo de sesiones

[Extracto de la declaración]

Desde el 19 de agosto, el mundo rural colombiano se ha movilizado ante el intento del gobierno de imponer por la fuerza los tratados de libre comercio firmados, en particular, con Estados Unidos. Las reservas de semillas campesinas tradicionales han sido objeto de una destrucción orquestada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), que, para preparar el terreno a estos acuerdos, ha prohibido todas las semillas no certificadas. En consecuencia, la práctica ancestral de mejora de las semillas fue criminalizada por el Decreto nº 970, adoptado en 2010.

La policía intervino violentamente para destruir varios miles de toneladas de las mejores semillas destinadas al mantenimiento y la resiembra de los principales cultivos, con el fin de obligar a los agricultores a comprar semillas patentadas por un puñado de empresas agroalimentarias transnacionales (principalmente Monsanto, Sygenta y Dupont) a precios elevados. Esto provocó la rebelión de los campesinos y de otros sectores de la sociedad colombiana, que lanzaron una huelga general y bloqueos de carreteras en varios departamentos.

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