Durante la primera mitad del año, el CETIM intervino dos veces en la sesión plenaria del Consejo de los derechos humanos. Una vez sobre las violaciones de los derechos humanos en el Brasil, y la segunda vez, para denunciar la situación en Colombia después que se firmaron los acuerdos de paz.
Brasil
La 37a sesión del Consejo de los derechos humanos tuvo lugar del 26 de febrero al 23 de marzo 2018. El CETIM, con el apoyo de IADL, TNI, ITUC, Friends of the Earth International y FIAN, hizo una declaración para pedir al Gobierno brasileño de respetar sus obligaciones internacionales y nacionales revocando todas las leyes que infringen la Constitución, el derecho internacional de los derechos humanos y los derechos fundamentales del pueblo brasileño.
En efecto, desde el golpe de Estado institucional que derrocó a la presidenta Dilma Rousseff, en 2016, el Gobierno provisional establecido adoptó un modus operandi favorable a las fuerzas conservadoras y neoliberales, abriendo la economía a la agenda de las empresas transnacionales, todo esto, en detrimento de los servicios públicos y los sectores más vulnerables de la población.
Este contexto conduce a una situación que afecta a la democracia, con graves retrocesos en la protección de los derechos humanos y que contribuyen a desmantelar los progresos realizados durante las últimas décadas desde el final de la dictadura militar. Poco después de haber tomado el poder interino, el Presidente Temer cerró el Ministerio de Derechos Humanos, los Ministerios de Igualdad de las mujeres y de Igualdad racial y el Ministerio de desarrollo agrario.
El CETIM y sus socios exhortaron a la comunidad internacional y al Consejo de derechos humanos a que redoblen la supervisión con el fin de prevenir la agravación de esta crisis y de garantizar el retorno a la estabilidad institucional en Brasil.
Colombia
Sobre Colombia, el CETIM cediò la palabra a un representante de La Vía Campesina. De hecho, La Vía Campesina ha jugado un papel muy importante en el marco de los acuerdos de paz, habiendo sido reconocida como observadora oficial de la reforma agraria, punto uno de la agenda y pilar fundamental para asegurar una paz duradera e integral.
En una misión de observación a finales de noviembre de 2017, una delegación de La Vía Campesina pudo constatar que los acuerdos de paz se acogen con esperanza y alivio.
Pese a ello, el desencanto y el desaliento son perceptibles ya que los compromisos asumidos no se materializan in situ. Son principalmente las poblaciones y comunidades rurales que no ven mejoras y continúan sufriendo violaciones de sus derechos humanos fundamentales. Como destacado en el informe, la reforma agraria no avanza, las tierras prometidas no están disponibles ni legalizadas, la presión sobre las tierras por la agricultura industrial y las explotaciones mineras aumenta. El informe lo plantea muy claramente: para una real implementación de la reforma agraria, se requiere acción estatal y garantías presupuestares que creen un entorno favorable para la creación de infraestructuras y mercados locales, para el saneamiento de los títulos de propiedad de tierras y la comercialización de la producción agrícola.
De manera general, la inseguridad aumenta y más de ciento cincuenta líderes comunitarios y campesinos, sindicalistas y excombatientes han sido asesinados desde la firma del acuerdo, en particular por grupos armados paramilitares y neo-paramilitares.
Ante esta situación, el CETIM pide al Consejo de los Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que velen a la aplicación de los acuerdos de paz con todas las energías necesarias.
Ambos textos de las declaraciones pueden consultarse in extenso aqui.