La política exterior suiza a la luz de la Declaración de los Derechos de los Campesinos

El contexto impuesto por la actual crisis sanitaria ha vuelto a poner la situación del campesinado mundial en el centro del debate público.

Es más, esta crisis confirma de nuevo la importancia de la protección y la promoción de los derechos de las campesinas y los campesinos. En todo el mundo, este sector desempeña un papel esencial en la alimentación de la humanidad con productos alimenticios sanos y accesibles. Sin embargo, la crisis sanitaria del coronavirus nos está empujando a una nueva crisis alimentaria mundial que, como de costumbre, afectará a las personas más vulnerables, especialmente a las que viven en zonas rurales. Por consiguiente, es indispensable volver a situar la agricultura familiar en el centro de las preocupaciones políticas a fin de protegerla y garantizar el suministro de alimentos a las poblaciones locales.

Este contexto de crisis nos recuerda el papel primordial de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos, adoptada en diciembre de 2018. Este instrumento jurídico representa un dispositivo concreto en manos de las autoridades públicas para aplicar una política de protección de los derechos de las campesinas y los campesinos. De hecho, la Declaración codifica por primera vez normas indispensables para garantizar condiciones de vida y de trabajo dignas a este sector altamente vulnerable, estableciendo al mismo tiempo las obligaciones de los Estados en este ámbito. Tras la histórica adopción de este instrumento, entramos en una nueva etapa: la de la aplicación. Los legisladores de los distintos países deben ahora dar vida a la Declaración elaborando los instrumentos jurídicos y las normas necesarias para proteger y promover esos derechos.

Es también el caso de Suiza. Este país, que evolucionó favorablemente durante el proceso de negociación en la ONU1, debe ahora comprometerse a la aplicación efectiva de la Declaración, tanto a nivel nacional como internacional.
En este marco y para contribuir a ello, en 2019, varias organizaciones suizas, entre ellas el CETIM, se reunieron en un colectivo llamado «Amigos de la Declaración de los Derechos de las Campesinas y los Campesinos»2. Este grupo se encarga de contribuir a la aplicación de la Declaración por parte de las autoridades públicas suizas, mediante una campaña de información, sensibilización y promoción que se desplegará en los planos local, cantonal y federal.
Para apoyar esta campaña, el grupo ha decidido elaborar un estudio que analice la política suiza a la luz de la Declaración. Para ello, el colectivo encargó dicha tarea a dos académicos, uno de la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra y una consultora independiente. El estudio, que estará disponible en septiembre de 2020, intenta responder a las siguientes preguntas: ¿Cuál es la política exterior de Suiza en materia de comercio y cooperación para el desarrollo? ¿Se ajusta a la Declaración? ¿Contribuye la política de Suiza a la promoción y protección de la agricultura familiar?

La política suiza, tanto interna como externa, puede y debe contribuir al desarrollo de modelos agrícolas sostenibles. Esperamos que este estudio contribuya a hacer realidad la Declaración para las campesinas y los campesinos suizos y de todo el mundo. Para ello, las autoridades públicas, las y los representantes electas/os, las organizaciones de campesinas/os y otras organizaciones de la sociedad civil suiza deben trabajar conjuntamente.

1 Oponiéndose inicialmente, Suiza acabó trabajando para la elaboración y adopción de la Declaración por el Consejo de Derechos Humanos y luego por la Asamblea General de las Naciones Unidas, gracias a la movilización de las organizaciones de la sociedad civil, transmitida por las y los representantes electas/os y los partidos políticos en los organismos cantonales y federales.

2 Integrado por Uniterrre, EPER, PPP, Action de Carême, Swissaid, CETIM y FIAN Suisse.