CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS
23º período de sesiones
27 de mayo a 14 de junio de 2013
[Extracto de la declaración]
La política de dispersión aplicada por estos dos Estados es una medida destinada a mantener a los presos vascos lo más lejos posible de sus familias y seres queridos. En España, la distancia media entre un preso vasco y su familia es de 632 km. En Francia, la distancia es de 808 km. Esta política cruel e injustificada obliga a las familias a realizar viajes interminables para pasar una hora con sus padres o hijos encarcelados.
En la actualidad, 15 de los presos políticos vascos padecen enfermedades graves e incurables. Los gobiernos español y francés se niegan a liberarlos, condenándoles a morir entre rejas. Este fue el caso de dos presos el pasado mes de abril: Xavier López Peña, que murió en la prisión francesa de Fleury Merogis, y Ángel Figueroa, que falleció en semilibertad en el País Vasco Sur (España). La negativa a excarcelar a presos gravemente enfermos atenta contra su dignidad humana y vulnera su derecho a la vida.