El turismo desarrolla varias caras. Se aparenta con gusto a una paréntesis bajo el sol, de libertad y de encuentros enriquecedores con otras culturas. La venida del turismo aporta numerosas oportunidades de rentas. Sin embargo, existe la otra cara de la moneda. De hecho, los países industrializados emplean una forma de diversión altamente generadora de perjuicios. No solo el turismo está lejos de resolver los problemas de este mundo sino que frecuentemente los acentúa. Además, solo deja pocas entradas al país, la mayor parte de las ganancias son repatriadas al Norte y concentradas en las manos de algunas pocas compañías.

Para el CETIM, es de gran importancia que un dialogo entre los pueblos del Norte y del Sur se establezca con la finalidad de crear alianzas y propuestas de alternativas comunes.

En un pequeño libro, Dialogo desigual, publicado al final de los años 70, mientras que el Nuevo orden económico internacional (NOEI) ya había prácticamente fracasado, Samir Amin y Julius Nyerere destacaban la necesidad, que tienen los países del Sur particularmente, de reflexionar en su desarrollo centrados en ellos mismos para poder responder a las necesidades de sus pueblos. Esto implica una cierta " libertad " con relación a los imperativos del comercio mundial. Para preservar su independencia, su autonomía y hacer frente a las políticas impuestas desde el exterior, los países del Sur no tienen otro recurso que unirse y ayudarse mutuamente, a pesar de la diversidad de los regímenes políticos, decía Nyerere.

20 años más tarde, el discurso dominante asesta que la globalización es " ineluctable " y que no hay otra opción para los países del Sur que la " integración " al comercio mundial, la apertura a la competencia, la practica sin reservas de los preceptos de la " libre " circulación de los capitales y de las mercancías (pero no de los seres humanos !), tratar de encontrar su nicho económico especializándose en los sectores en los que se supone que benefician de " ventajas comparativas ", etc.

En un contexto que ha cambiado radicalmente, las orientaciones preconizadas en este libro de 1979 siguen siendo pertinentes, pero como volver a modularlas ? Esto es lo que el CETIM quiso saber preguntándoles, en 1999, a diversos intelectuales y dirigentes políticos, sindicales y campesinos, etc… " ¿Según su experiencia, las orientaciones de los movimientos en los que Ud. se integró, o se integró su país, serán verdaderamente las únicas ? ¿Una cierta " libertad " estararía verdaderamente desactualizada ? ¿ El Tercer mundo "muy " diverso (o " ya inexistente ") será verdaderamente incapaz de una gestión unitaria? ¿ El frente constituído en Seattle, por ejemplo, por los países africanos o caribeños no será llevador de esperanza ? ¿ Y, sobre todo, no se podrá constatar la multiplicación de experiencias alternativas, de redes internacionales, de solidaridades nuevas, de una " globalización de las existencias " ? ¿ Frente a la globalización actual, no habrá alternativas? ¿ No se estarán perfilando en la lucha de los pueblos ? ¿ Y, cuales piensan que son, según su experiencia, las de su continente, las de su país, las de los que luchan con ellos? "

El documento a continuación lleva algunas respuestas obtenidas.

En la lucha desencadenada que llevan las sociedades transnacionales para implantar su hegemonía y asegurar sus beneficios, la mano de obra del Norte se encuentra frecuentemente en competencia con la del Sur. Las consecuencias sociales son inmensas para los trabajadores del Sur, los cuales son explotados, pagados por debajo de lo que se debe, su salud puesta en peligro por leyes laborales arcaicas y sin derechos sindicales. Los trabajadores del Norte, cuando se encuentran sin empleo, quedan bajo la amenaza de la deslocalización, sinónimo de desempleo.