CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS
21ª periodo de sesiónes
Septiembre 2012
[Extracto de la declaración]
Una de las principales razones de la existencia de un Estado es garantizar la seguridad de sus ciudadanos y de todas las personas que residen en sus territorios. Esto significa, por supuesto, seguridad física, pero también seguridad social. La proliferación en las dos últimas décadas de empresas militares y de seguridad privadas (EMSP), que son utilizadas tanto por Estados como por entidades no estatales (empresas transnacionales y grupos armados de oposición) en actividades mercenarias, ha cambiado la situación y plantea numerosos problemas, como violaciones graves y masivas de los derechos humanos. Los Estados ya no tienen el monopolio del uso legítimo de la fuerza y la mayoría de ellos, por falta de voluntad política o de recursos, no controlan las acciones de las EMSP. Sin embargo, dejar el ámbito de la seguridad en manos de entidades privadas sería extremadamente peligroso y conduciría al fin del Estado de derecho.