La 3a sesión del Grupo de Trabajo intergubernamental sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajaban en las zonas rurales se celebró en mayo de 2016 en Ginebra. El CETIM asistió con una delegación importante de campesinos y campesinas de Vía Campesina (LVC) y otras organizaciones como la de pescadores, pastores, nómadas, silvicultores, pueblos indígenas, junto con organizaciones sociales.
La aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales es un proyecto histórico de LVC, conducido por la necesidad de proteger los derechos del campesinado de los estragos del sistema neoliberal. El CETIM y FIAN Internacional, como organizaciones comprometidas en la defensa de los pueblos en la lucha por sus derechos, respaldan y apoyan esta campaña. El objetivo es hacer adoptar por las Naciones Unidas normas internacionales para mejorar la protección de estos actores esenciales para la soberanía alimentaria, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
En septiembre de 2012, el Consejo de los derechos humanos estableció a un Grupo de Trabajo intergubernamental encargado de elaborar y adoptar una Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajaban en las zonas rurales.
Después de las dos primeras sesiones de dicho Grupo de Trabajo (julio de 2013 y febrero de 2015), el proceso de las Naciones Unidas ha avanzado considerablemente. El proyecto revisado de la Declaración en febrero de 2015 incluye en efecto la mayoría de las propuestas formuladas por los campesinos, campesinas y otras personas trabajando en las zonas rurales.
La tercera sesión fue encabezada por la Presidenta-Relatora del Grupo de Trabajo, la nuevo embajadora de Bolivia, Nardi Suxo Iturre, en sustitución de Angélica Navarro Llnaos.
Se dio inicio a la sesión con una mesa redonda con Sue Longley (Unión Internacional de Trabajadores de Alimentos y Agricultura), Elizabeth Mpofu (Secretario General de LVC), Sofía Monsalve (FIAN Internacional) y Sangeeta Shashikant (Red del Tercer Mundo). Los oradores se refirieron a algunos de los puntos fundamentales de la declaración: la seguridad social para los agricultores, el derecho a las semillas y a la biodiversidad, y las obligaciones de los Estados.
A continuación, las discusiones se centraron en bloques de cinco artículos. A diferencia de las dos primeras sesiones, los países que se habían mostrado reticentes (especialmente los países de la Unión Europea) participaron de manera constructiva. Esta nueva actitud se explica por el trabajo de movilización de los campesinos y las campesinas y de los movimientos socials de estos países. Sin embargo, las diferencias de fondo permanecen con algunos países de la UE. Es necesario destacar que, en ausencia de una posición común europea, el delegado de los Países Bajos, como coordinador de la UE y representante de la línea dura, se permitió asestar algunos golpes. Por ejemplo, el delegado sigue rechazando el término “agricultores”, palabra a su aviso inadecuada. Además, avanzó algunas reservas sobre los artículos de la declaración que “ignorar la realidad de la economía de mercado.” En otras palabras, para este delegado, los artículos que cuestionan el libre comercio, los intereses de las potencias europeas, de sus élites económicas y políticas y de sus empresas, deberían modificarse o desaparecer. La UE afirmó, en particular, no poder aceptar bajo ninguna condición los artículos 19 al 24, a saber, los nuevos derechos deseados, por los campesinos como el derecho a la tierra, el derecho a los medios de producción, el derecho a las semillas, el derecho a la biodiversidad. Los Estados Unidos, por su parte, siguieron oponiéndose al proyecto de Declaración, cuestionando su necesidad efectiva.
Los representantes de millones de campesinos, reagrupados en una delegación de LVC, ROPPA, FIMARC y otros productores de alimentos (como los pescadores, los nómadas) garantizaron una participación asidua a lo largo de la sesión. En total, se presentaron más de 60 intervenciones orales durante las negociaciones. Gracias a estas intervenciones los delegados campesinos pudieron expresar sus opiniones y reivindicaciones. Se hizo hincapié en seis aspectos en particular que constituyen – para los campesinos – la columna vertebral de la Declaración: el derecho a la tierra, el derecho a las semillas, el derecho a la biodiversidad, el derecho a los medios de producción, las obligaciones de los Estados y el acceso a la justicia para las víctimas. Una conferencia paralela sobre estos mismos temas, organizada por el CETIM, FIAN Internacional y LVC, se celebró a mediados de la semana, seguida de una conferencia pública en la ciudad de Ginebra.
Cómo es el caso, desde el principio del proceso, la delegación de LVC benefició del apoyo y de la experiencia del CETIM, tanto por la logística como en la preparación de la sesión.
Durante los próximos meses, la Presidenta-Relatora del Grupo de Trabajo después de celebrar consultas, va a proponer una versión actualizada del proyecto de Declaración, teniendo como base los debates que se efectuaron durante la 3a sesión. La nueva versión será presentada en la 4a sesión del Grupo de Trabajo que se celebrará en 2017.