Del 26 al 30 de octubre se celebró en Ginebra la sexta sesión de negociación del Grupo de Trabajo Intergubernamental de las Naciones Unidas encargado de elaborar un instrumento jurídicamente vinculante en materia de empresas transnacionales (ETN) y derechos humanos.
Al igual que cada año, CETIM y sus organizaciones colaboradoras, reunidas en el marco de la Campaña Global para reivindicar la Soberanía de los Pueblos, Desmantelar el poder de las Transnacionales y poner fin a la Impunidad (Campaña Global) han seguido de cerca y participado en las negociaciones, para hacer de altavoz de los pueblos y de las comunidades afectadas por las actividades de dichas empresas. La Campaña Global, presente desde el inicio del proceso, es claramente la principal fuerza impulsora. Además, la iniciativa de elaborar este marco jurídico internacional se deriva justamente de la necesidad de proteger y garantizar el acceso a la justicia de las personas afectadas por las violaciones cometidas por las ETN.
Este año, debido a las restricciones impuestas por la COVID-19 y la imposibilidad de viajar a Ginebra, las negociaciones se han celebrado de manera «híbrida»: presencia física limitada en la ONU, posibilidad de seguir y participar de forma virtual. CETIM y sus colaboradores habían advertido de que, debido a la situación actual, no se daban las condiciones necesarias para celebrar una sesión de negociación adecuada, incluyente y participativa. De ahí la propuesta de transformar las negociaciones formales en una consulta informal. Finalmente, los distintos husos horarios, las agendas políticas internas saturadas por la situación de emergencia sanitaria, así como los problemas técnicas recurrentes de la participación remota no solamente han impedido organizar una negociación digna de este nombre, sino que también ha limitado el papel de las organizaciones y de los movimientos sociales en las negociaciones.
Sin embargo, gracias al trabajo colectivo y a la dedicación de sus miembros, la Campaña Global representada por CETIM en el recinto de la ONU ha logrado representar la voz del terreno durante toda la semana de negociaciones.
Un texto insuficiente
En términos de contenido, el Grupo de Trabajo ha reflexionado sobre un nuevo proyecto de tratado presentado por la Presidencia (ejercida por Ecuador), el tercero desde el inicio del proceso en 2015. Las organizaciones de la Campaña Global han manifestado su preocupación por los principales problemas estructurales que persisten en el proyecto, implicándose al mismo tiempo en las negociaciones específicas artículo por artículo, aportando propuestas alternativas de redacción y enmiendas concretas. Nuestra principal preocupación es que el texto actual sigue sin reflejar el objetivo del mandato tal y como se estipula en la resolución 26/9: regular, en el marco del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, las actividades de las empresas transnacionales y otras empresas de tipo multinacional. Esta nueva versión sigue incluyendo aspectos problemáticos que podrían impedir el cumplimiento de este objetivo y, por consiguiente, la actuación contra las violaciones cometidas por las ETN. Efectivamente, la mayor parte de dichas violaciones siguen impunes, debido, en parte, a vacíos legales en el derecho internacional con respecto a estas entidades y, en parte, debido a su poder político y económico inconmensurable.
Conviene observar que buena parte de las delegaciones estatales defendían la misma línea que la Campaña Global y han demostrado una vez más su implicación en el proceso apoyando un tratado vinculante ambicioso, centrado en la reglamentación de las ETN y de sus cadenas de valores, y no en cualquier empresa, como desearían los detractores del proceso. Algunas delegaciones también han abogado por establecer obligaciones directas para las ETN, que no hay que confundir con las ya establecidas por los Estados. Este aspecto es crucial: es necesario establecer obligaciones directas para las ETN para garantizar unas disposiciones legales fuertes y capaces de responsabilizar a estas entidades por sus actos, por encima de su capacidad de influir en la esfera política y de eludir las jurisdicciones nacionales.
Por otra parte, sigue presente el mismo grupo de Estados que no quieren saber nada de este tratado o abogan por un tratado despojado de su razón de ser y de su capacidad de proteger contra el poder de las multinacionales resguardadas por estos mismos Estados. Entre estos países figuran casi todos los países del Norte, pero también algunos países del Sur sometidos a la tutela de las potencias del Norte y/o a la influencia de los representantes de las ETN.
Dicho esto, al final de la VI sesión se acordó que la Presidencia elaboraría una nueva versión del proyecto de tratado, teniendo en cuenta la postura de la mayoría de los Estados que exigen respetar el mandato del Grupo de Trabajo Intergubernamental, tal y como se estipula en la resolución 26/9. Esta nueva versión se presentará en la VII sesión de dicho grupo de trabajo, en octubre de 2021.
Por lo general, afrontamos múltiples desafíos a los que se suma la desfavorable coyuntura internacional actual marcada por la voluntad de las élites dominantes de defender el statu quo. No obstante, CETIM y la Campaña Global seguirán luchando contra la impunidad de las multinacionales también a través de su participación a este proceso histórico. Seguimos plenamente convencidos de que este proceso constituye un espacio significativo de lucha contra el sistema depredador neoliberal dominado por las ETN, que permite a estas últimas dictar su voluntad y sus intereses a los gobiernos. De manera general, los desafíos que afrontamos son múltiples. Nuestra participación en la ONU a favor de este proceso debe considerarse complementaria a otros espacios de lucha, ya sea a nivel local, nacional o regional. El contexto político y económico internacional nos recuerda cada día la pertinencia y la necesidad de disponer de un instrumento jurídico adecuado para hacer justicia a los pueblos y a las comunidades cuyos derechos se vulneran cada día con total impunidad.