[En el marco de su sesión del 21 de mayo de 2012, el Comité del ECOSOC sobre las ONGs tomó nota del hecho de que el período de suspensión de dos años del estatus consultivo del CETIM finalizaría en julio de 2012. En la misma sesión, Turquía (que fue quien solicitó esta sanción contra el CETIM) declaró que no se opondría a la restitución de su estatus al CETIM, señalando que el sitio Internet del CETIM continuaba incluyendo las declaraciones o intervenciones litigiosas las cuales, según Turquía “violan la terminología de la ONU”. Turquía exigió al CETIM que inmediatamente tomara las medidas necesarias para adaptar el contenido de su sitio Internet a la terminología de las Naciones Unidas. Finalmente, Turquía anunció que iba a “seguir atentamente las actividades del CETIM – y que se reservaba el derecho de solicitar nuevamente la retirada o suspensión de su estatus en caso de nuevas violaciones de la resolución 1996/31”.
En vista de lo que precede, el CETIM quiere hacer la siguiente precisión:
En todas las declaraciones o intervenciones emanadas de o suscritas por el CETIM sobre las violaciones de los derechos humanos en ese país, los términos:
1) “Kurdistán” o “Kurdistán turco” (entidad jurídica reconocida en Iraq y en Irán pero no en Turquía) deberían ser leídos como “provincias kurdas de Turquía” o “provincias del sudeste de Turquía” y “Diyarbakir” debería ser leídos como “capital de dichas provincias”;
2) “Guerrilla kurda/Guerrilleros” o “combatientes kurdos” deberían ser leídos como “Fuerzas armadas no estatales” o “Grupos armados ilegales” (términos utilizados en los documentos e instrumentos internacionales).
Para mayor información, por favor consultar el dossier de defensa del CETIM relativo a la queja de Turquía en su contra ante el Comité de ONGs de la ONU en mayo de 2010.]
1. El Centro Europa – Tercer Mundo ha tomado conocimiento con consternación e indignación de la tentativa de asesinato cometida contra el Sr. Akin Birdal, Presidente Nacional de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía y personalidad distinguida del movimiento de defensa de los derechos humanos en su país.
2. El 12 de mayo, hacia la hora 12, dos individuos irrumpieron en la oficina de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía, en Ankara, y dispararon a quemarropa contra Akin Birdal. Alcanzado por seis balas, el Sr. Birdal sobrevivió milagrosamente a este atentado; las últimas noticias indican que su vida ya no corre peligro, aunque su brazo derecho quedó paralizado y su pierna derecha está fracturada.
3. El atentado contra Akin Birdal se produjo en medio de un clima de linchamiento por los medios de difusión y de intoxicación de la opinión pública cuyo objetivo evidente consiste en reducir al silencio toda organización que, directa o indirectamente, se solidarice con el pueblo kurdo.
4. Anteriormente, tras la fuga al Kurdistán iraquí de uno de los comandantes del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), Semdin Sakik, y su “repatriación” por el ejército turco el 13 de abril de 1998, los medios de difusión turcos habían lanzado, sobre la base de declaraciones de ese comandante, una verdadera campaña de ultraje contra las organizaciones de la sociedad civil (partidos, sindicatos o asociaciones) y las personalidades (políticos, escritores, periodistas, hombres de negocios, etc.) que tuvieran supuestas vinculaciones con el PKK. La Asociación de Derechos Humanos y su Presidente Nacional, el Sr. Birdal estaban particularmente en su mira.
5. Algunos extractos de artículos resultarán elocuentes para ilustrar el objetivo de ensombrecer la imagen de un defensor obstinado de los derechos humanos. Así, en el artículo de Hürriyet (uno de los diarios turcos de mayor circulación) que se cita a continuación, un periodista procura demostrar que el fenómeno de las desapariciones no existe en Turquía. No deja de ser un detalle pintoresco que su demostración se apoye en un libro publicado por la dirección de la policía, en el que se considera que la Asociación de Derechos Humanos de Turquía “hace el juego a los terroristas”.
“… El libro titulado El verdadero rostro de las denuncias de desapariciones se publicó recientemente por la dirección de la oficina de lucha contra el terrorismo, vinculada con la Dirección General de Seguridad. Citaré aquí un pasaje. ‘Se trata del fruto de investigaciones meticulosas y sinceras llevadas a cabo sobre la base de las denuncias publicadas en los boletines mensuales de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía a lo largo de tres años. Los resultados han demostrado que la mayoría de las personas que se citan se encuentran en prisión por haber auxiliado y albergado a militantes del PKK o por haber desarrollado actividades de la campaña que se lleva a cabo en su nombre; algunas de esas denuncias carecen de fundamento y otras se refieren sencillamente a personas imaginarias. Se trata de zaherir los intereses del país en que viven (los dirigentes de la Asociaciones de Derechos Humanos de Turquía) y formular falsas denuncias en nombre de la Asociación de Derechos Humanos, lanzando injustas sospechas sobre las fuerzas del orden y procurando influir a la vez en la opinión pública de manera parcial en contra de la policía.’ Se mencionan en ese libro centenares de nombres. Las alegaciones de casos de desaparición que se presentan han resultado imaginarias, o bien las personas mencionadas están encarceladas, o se encuentran en campamentos del PKK. Cabe preguntarse a quiénes sirve esta Asociación …” (véase Hürriyet, 15 de abril de 1998, extractos del artículo de Emin Cölasan).
Debe señalarse que la Asociación de Derechos Humanos de Turquía ha demandado por difamación a la Dirección de Seguridad.
6. En igual estilo, Oktay Eksi, editorialista de Hürriyet y Presidente del Consejo de la Prensa Turca, toma por blanco a Akin Birdal:
“El PKK no tiene más secretos. Aunque la opinión pública no lo sepa todavía, el Estado conoce todos los vínculos y apoyos del PKK gracias a las declaraciones del rebelde llamado Semdin Sakik: los vínculos que tiene el PKK con Alemania, Siria, el Irán, Grecia y Armenia; los apoyos de que dispone: de hombres de negocios, periodistas y escritores, asociaciones y fundaciones; los vínculos de Leyla Zana y organizaciones pro-kurdas; las personas que escriben y hablan en favor del PKK a cambio de dinero. … Es preciso saber quiénes son esos ‘periodistas justos’ o esos ‘intelectuales responsables’, esos cobardes que nos apuñalan por la espalda. ¡Y los desvergonzados! Algunos han recurrido al derecho, otros a los derechos humanos, otros a la democracia. Tenían razón, desde luego, en algunos puntos; pero sus fines eran actividades pro-kurdas y el apoyo al PKK.” (Véase el editorial de Hürriyet de 25 de abril de 1998).
7. La desinformación linda con el delirio cuando Aydinlik, el diario turco de inspiración “maoísta” (¡por cierto que los servicios turcos rastrean con amplitud!) escribe lo siguiente “… Akin Birdal lo ha hecho todo en nombre del Pentágono, por cuenta del Pentágono y a pedido del Pentágono” (véase el artículo de Hasan Yalçin en Aydinlik, citado en Hürriyet de 10 de mayo de 1998).
8. Después del atentado, ante las firmes condenas e intervenciones, en especial de los órganos y gobiernos de la Unión Europea, las autoridades anunciaron la detención de cinco personas acusadas de haber cometido o comanditado el atentado contra A. Birdal (véanse los diarios del 23 de mayo de 1998). Los detenidos, junto con un sexto cómplice, serían miembros de la “banda de Susurluk” [un accidente de tránsito ocurrido el 3 de noviembre de 1996 en Susurluk confirmó la vinculación entre la mafia, la extrema derecha, las fuerzas de seguridad y las milicias gubernamentales: véase, por ejemplo, Le monde diplomatique de marzo de 1997]. Entre ellos se encontraría en particular Cengiz Ersever, comandante de la gendarmería de Büyükçekmece (Estambul). Según la prensa turca sería uno de los elementos fundadores del Servicio de Información de la Gendarmería y Lucha contra el Terrorismo (JITEM), acusado de haber instigado asesinatos políticos, cometidos en especial en el Kurdistán turco.
9. A pesar de esta comprometedora confesión, el Primer Ministro Mesut Yilmaz osa afirmar lo siguiente: “… Me satisface que el Estado haya quedado libre de toda sospecha …” (véase Hürriyet de 23 de mayo de 1998). Un redactor de Hürriyet, desengañado tras el anuncio de la detención de los autores del atentado, escribió:
“Un alto dirigente del Estado había formulado exactamente la siguiente hipótesis: el atentado fue probablemente una maniobra del PKK. La organización (el PKK), que recibió un gran golpe y se encuentra al borde del exterminio, logró -mediante este atentado- la propaganda más intensa de los últimos años. Llevó a Turquía a un callejón sin salida preparando el terreno para las acusaciones de ‘Estado mafioso’ y ‘Estado asesino’. Por otra parte, el Primer Ministro declaró que se trataba de un ajuste de cuentas interno (del PKK) …” (véase Hürriyet de 23 de mayo de 1998).
10. Antes estos ataques reiterados, Akin Birdal declaró en una conferencia de prensa que recibía amenazas de muerte con frecuencia (véase Hürriyet de 26 de abril de 1998). Durante su entrevista privada con los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del parlamento turco, Akin Birdal declaró que el atentado cometido contra él estaba relacionado con las declaraciones no firmadas del segundo jefe del PKK, Semdin Sakik. Y, según el Sr. Birdal, quienes organizaron esto en el aparato del Estado encargaron la perpetración del atentado (véase Hürriyet de 2 de julio de 1998). Por otra parte, Hürriyet anunció el 13 de marzo de 1998 que Semdik Sakik había retirado sus acusaciones contra la Asociación de Derechos Humanos de Turquía al declarar ante el Tribunal de Seguridad del Estado de Diyarbakir.
11. De este modo, al difundir informaciones falsas y tendenciosas, las autoridades turcas desempeñaron un papel fundamental en el atentado contra A. Birdal; las acusaciones lanzadas contra él fueron transmitidas a la prensa con absoluto desprecio del secreto de la investigación, y a pesar de su falta de fundamento fueron presentadas como hechos comprobados. Las autoridades turcas, con el Primer Ministro a la cabeza, se apresuraron -aún antes de que se llevase a cabo una investigación seria- a elaborar una política de información basada en múltiples maniobras de diversión y en la confusión más completa. Así, no cabe duda de que los verdaderos responsables del atentado contra A. Birdal quedarán impunes y nunca serán sometidos a la justicia. Este cuadro ya se comprobó después del asesinato de numerosos defensores de los derechos humanos o de personalidades kurdas: Vedar Aydin, Musa Anter, Medet Serhat, Mehmet Sincar, etc., por cuyas muertes no se realizó ninguna investigación seria ni jamás se hizo justicia.
12. Por estas razones estimamos que es hora de que las Naciones Unidas se ocupen de esta cuestión a fin de que los verdaderos responsables del atentado contra A. Birdal y de ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, así como los autores de violaciones flagrantes, masivas y sistemáticas de los derechos humanos, no queden impunes. De lo contrario cabe temer que la muerte programada y anunciada de Akin Birdal, Presidente de la Asociación de Derechos Humanos de Turquía, sólo haya quedado aplazada; y que Turquía se encierre en este círculo vicioso de violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos y de su impunidad.