A favor de normas internacionales vinculantes sobre las empresas transnacionales (ETN)

Hace mucho tiempo que el CETIM lucha por el establecimiento de normas internacionales vinculantes para las empresas transnacionales (ETN) que permitan acabar con la impunidad de las violaciones de derechos humanos que cometen. Actualmente, el CETIM participa activamente en la campaña destinada a obtener un nuevo instrumento vinculante en el Consejo de Derechos Humanos, junto con la Campaña mundial para el desmantelamiento del poder corporativo y contra la impunidad (Campaña Mundial), que reagrupa a más de cien organizaciones y movimientos sociales, así como a numerosos representantes de las víctimas.

Las empresas transnacionales (ETN) se han convertido en actores importantes, poderosos e ineludibles en el marco de la globalización económica y sus actividades son fuente, directa o indirectamente, de numerosas vulneraciones de derechos humanos.

Las ETN se benefician de todo un abanico de normas vinculantes, de tribunales internacionales y de mecanismos de ejecución para defender sus intereses. Pueden llevar ante los tribunales a los Estados, incluso más allá de las jurisdicciones nacionales. Al mismo tiempo, las ETN consiguen a menudo eludir las jurisdicciones nacionales gracias a tramas complejas. Y no existen normas internacionales que permitan hacer que se responsabilicen de las violaciones de los derechos humanos que cometen, ni garantizar el acceso a la justicia a las víctimas de sus actividades. En numerosos casos, y especialmente cuando las víctimas se encuentran en el Sur, la impunidad prevalece.

Hace más de veinte años que el CETIM critica esta situación y denuncia la carencia de mecanismos internacionales (en la OIT, la OCDE y la ONU) que permitan controlar las actividades de las ETN . Junto a la Asociación Americana de Juristas (AAJ), ha sido uno de los actores clave en el grupo de trabajo de la antigua Subcomisión para la Promoción y la Protección de los Derechos Humanos, creadora de un proyecto de Normas sobre las responsabilidades de las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los derechos humanos que, sin ser perfecto, es a día de hoy el único texto vinculante propuesto en el marco internacional. Sin embargo, este proyecto de normas fue enterrado en 2005 por los Estados Miembros de la antigua Comisión de Derechos Humanos (predecesora del actual Consejo de Derechos Humanos) para dar prioridad a un enfoque orientado a los códigos de conducta voluntarios y no vinculantes que culminó con la adopción, por parte del Consejo de Derechos Humanos, de los Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos en 2011.

¿Pero cómo pretender controlar a los actores más poderosos de la economía mundial con códigos de conducta voluntarios? La experiencia reciente demuestra que la autorregulación de las ETN es una quimera.

Durante todos estos años, el CETIM ha denunciado la ineficacia e insuficiencia de los mecanismos voluntarios y no vinculantes. A través de numerosos estudios de caso, ha documentado las violaciones de derechos humanos cometidas por las ETN y la impunidad que sigue prevaleciendo ante la ausencia de normas vinculantes a escala internacional.

En 2013, surgió una nueva dinámica. El CETIM se unió, junto a otras muchas organizaciones y movimientos sociales, a una campaña a favor de un instrumento internacional vinculante relativo a las ETN y a los derechos humanos. De la misma manera, otra alianza más amplia a favor de un tratado vinculante (Treaty Alliance) dio lugar y reagrupó a organizaciones como FIAN, el Transnational Institute (TNI), los Amigos de la Tierra (FoE) o Franciscans international, entre otros. Una declaración común fue elaborada y cientos de organizaciones la firmaron.

Junto a sus socios del Sur y de la Campaña Mundial, el CETIM realizó un enorme trabajo de incidencia para convencer al mayor número de Estados posible para que apoyaran esta iniciativa. Numerosos representantes de víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas por las ETN testificaron ante el Consejo de Derechos Humanos y demostraron que sólo un instrumento internacional vinculante puede poner fin a la impunidad. ¡Y la movilización mereció la pena!

En septiembre de 2013, Ecuador presentó ante el Consejo de Derechos Humanos, en nombre de un grupo de ochenta y cinco Estados (Grupo Africano, Grupo Árabe, Pakistán, Sri Lanka, Kirguistán, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y Perú), una declaración a favor de un instrumento jurídico vinculante.

Y en junio de 2014, una mayoría de Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos adoptó una resolución presentada por Ecuador y Sudáfrica por la que se establecía un grupo de trabajo intergubernamental encargado de elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para regular las actividades de las empresas transnacionales. La movilización de cientos de organizaciones y movimientos sociales en Ginebra y en todo el mundo fue determinante, en un momento en el que las presiones de los países occidentales y el lobby de las empresas transnacionales hacían vacilar el apoyo de ciertos Estados.

El grupo de trabajo celebrará su primera sesión en julio de 2015 para definir los elementos, el alcance, la naturaleza y la forma del futuro instrumento internacional. Tras haber contribuido a la apertura de negociaciones intergubernamentales, el CETIM actúa ahora de manera conjunta con la Campaña Mundial para que las víctimas de las violaciones de derechos humanos cometidas por las ETN, en especial en el Sur, puedan participar en las labores del grupo de trabajo intergubernamental y hacer que se escuchen sus voces y sus propuestas.

Para mayor información:

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